La primera fecha recibió a Racing Club con una sonrisa. El triunfo por 3 a 1 ante el debutante, en la elite del futbol vernáculo, Defensa y Justicia dejó una dulce sensación no solamente por el resultado ya que además el equipo mostro una imagen totalmente diferente a lo que venía "acostumbrando" a sus fieles simpatizantes.
La mediocridad de los últimos entrenadores, sobre todo la avaricia y los paupérrimos planteos mostrados por Mostaza Merlo, quedaron atrás, por lo menos en la primera fecha de este certamen , al ver a un Racing protagonista, ofensivo, con respeto por la pelota y por esa voracidad mostrada en una búsqueda sin pausa por el arco rival.
Esto es lo que desde las distintas variantes de opinión, que hoy ofrece internet, el autor de estas líneas venía reclamando. Luchando, en ese lógico pedido, contra los imbéciles de siempre que tildan a los críticos de lo impresentable como "anti Racing".
Pero dejando de lado a los estúpidos que quedan rápidamente en el camino cuando la realidad los recluye al lugar del que nunca deben salir, aun quedándoles grande, como lo es la tribuna, el juego y la postura de este nuevo Racing de Diego Cocca ofreció una "bocanada de aire fresco" luego de la peor campaña de la historia.
Yendo a Diego Cocca, específicamente, el entrenador muestra dos cosas: Una buena y una mala. La buena es su saludable línea de juego, acorde a un equipo con la grandeza que tiene Racing. El tercer equipo mas ganador de la historia del futbol argentino, el rey de copas locales, el primer campeón mundial, primer campeón de la supercopa y único heptacampeón de todos los tiempos del deporte rey del país.
Lo malo: Parece tener los vicios de varios entrenadores. Trae futbolistas que son patrocinados por su representante, relegando a juveniles productos genuinos de la cantera y que, muchos de esos "refuerzos", llegan sin ese "cartel" que se necesita como para calzarse la gloriosa blanca y celeste.
Mientras la pelotita pegue en el palo y entre no se notará pero, en el supuesto caso que los resultados comiencen a no "guiñar" será lo primero que salga a la luz no dejándole mucho respaldo a un entrenador que llego no solamente para hacer relucir su chapa de técnico ofensivo y amante del buen trato de balón sino también a posibilitar el "negocio" de empresarios amigos.
Implorando porque esto no pase y Racing encare, de una buena vez por todas, el proceso esperado en donde sea "política de estado" una trazada línea futbolística que se respetará desde las infantiles hasta la primera, lo que viene a la mente es una reflexión previa al segundo compromiso por el Certamen de Transición 2014.
El domingo la gente de Racing debería recibir con aplausos a San Lorenzo de Almagro por ser el nuevo campeón de la Copa Libertadores de América. En los años '60 los hinchas de Independiente aplaudieron al Racing campeón y quienes asistan al estadio Presidente Perón deberían hacer lo propio con los "Gauchos de América". Después ganarles y si se puede golearles, pero que la rivalidad no impida ese gesto de no violencia sano y alejado de los mal nacidos que van a un estadio a matar por intereses obscuros que encima son personales y nada tienen que ver con los colores que tanto amamos. La hinchada de Racing es reconocida MUNDIALMENTE, ojalá de otro gran ejemplo de grandeza y distinción. El futbol es rivalidad pero es también reconocimiento a los vencedores.
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